El hotel en el que solo trabajaban robots sustituye a más de la mitad de la plantilla por humanos.
La cadena japonesa Henn-na ha tomado esta decisión porque los robots resultaban demasiado torpes en la mayoría de tareas.
A partir del artículo «Transformación digital: es el momento de reinventarse» donde según Manuel Balsera, Director del Senior Management Program in Digital Business y del Máster en Digital Marketing de ESIC y CMO & CSO AMC Networks, lo importante de este nuevo escenario es que “el cambio es tan rápido que no percibes el movimiento” y por eso parece que todo sigue igual y que lo digital será pasajero. Pero, no.
Hace cuatro años la cadena japonesa Henn-na decidió que todo su personal estuviera gobernado por robots, ¿estábamos preparados entonces para que la máquina fuera el ejecutor de las decisiones que requiere un hotel? Parece ser que no.
Como indicábamos en el artículo, hay que perder el miedo a actualizarse y seguir el movimiento de la digitalización pero con cabeza. Estamos ante pasos gigantescos en lo que a digital se refiere pero hay veces que aún no es el momento, no se está lo suficientemente digitalizado para estas cuestiones.
Por tanto, el quid de esta transformación de las compañías no es la tecnología, sino las personas. Creatividad, curiosidad, no tener miedo al fracaso y disfrutar de los retos y el cambio serán características requeridas en el futuro.
El caso del primer hotel gestionado íntegramente por robots en Nagasaki (Japón) ya fue cuestionado en sus inicios, hace 4 años. Pero no ha sido hasta ahora cuando los dueños de la cadena hotelera Henn-na han decidido rectificar: han prescindido de más de la mitad de los robots y han contratado a humanos.
¿Por qué? ¿Qué ha fallado?
Simplemente los robots no sabían responder. Aún no son capaces de ser inteligentes por si mismos y necesitan de un trabajo de aprendizaje interno exhaustivo para rectificar y actuar, y siempre bajo direcciones aprendidas por el ser humano. Las máquinas reciben órdenes, aprenden órdenes, si no se les enseña bien, fallan. No son capaces de rectificar o solventar.
En la cadena hotelera Henn-na a los robots les cuesta entender muchas de las preguntas que les hacen los clientes, se equivocan de habitación al llevar el equipaje e incluso el asistente de voz que hay en cada habitación despierta a los viajeros que roncan diciéndoles que no han podido entender su petición.
Llegó un momento en que el uso de robots daba más trabajo del que quitaba. Otro de los motivos que ha llevado a la empresa a tomar esta decisión es la obsolescencia de muchos de ellos. Los clientes que llegaban al hotel estaban acostumbrados a tratar con asistentes de voz más avanzados, como Alexa y Siri, y los que encontraban en el establecimiento parecían no estar a la altura.
Su iniciativa le valió el reconocimiento de Guinness World Records por ser el primer hotel gestionado íntegramente por máquinas pero le ha dado más problemas que soluciones. La automatización todavía no es suficiente.
Conclusión,
estamos aún muy lejos de ser sustituidos por máquinas, incluso en los puestos de atención al cliente, que copan las listas de los empleos más automatizables en la mayoría de estudios sobre el tema.