La semana pasada, como todas las semanas a primera hora de la mañana del lunes, fui a repostar gasolina a mi coche. A mi lado, llegó un señor trajeado que se disponía a hacer exactamente lo mismo, echar gasolina. Nos saludamos educadamente y seguimos cada uno a lo nuestro, en total silencio (a las 7 de la mañana se pueden imaginar las ganas de conversación). Y de repente se escucha un taco, “¡*J__R*!, es que no puede ser, ahora tengo que volver a casa a cambiarme. No entiendo cómo no están obligados a tener personal autorizado para manipular gasolina. Luego, para mi bufete de abogados, necesito miles de papeles.” Se pueden imaginar que le había pasado. Si, le había salpicado gasolina en su pantalón, su camisa, en fin que estrenó nueva colonia “Eau de Essence”.
Representación de señor anónimo enfadado por Norman Bubled.
Esto me hizo pensar, ¿cómo es posible que el Estado considere que cualquier individuo es capaz de manipular combustible y el INSS hable del suministro de combustibles como de una situación peligrosa?
El INSS define la tarea como “el suministro de carburante, a demanda del cliente, a vehículos de automoción utilizando un surtidor de combustible.” O sea, lo que hacemos todos los usuarios de las estaciones de autoservicio.
Y sigue diciendo: ”Durante la realización de esta tarea se liberan vapores de carburantes que pueden ser inhalados por el trabajador. También se pueden producir rebosamientos y salpicaduras de los carburantes líquidos que pueden entrar en contacto con su piel… Y este contacto de los combustibles con la piel puede ocasionar graves lesiones como irritación, dermatitis, etc.”
Además, recomienda una serie de EPI´s, como utilización de guantes de categoría III de material como el Vitón o Nitrilo, nada que ver a los que están a disposición del cliente en las gasolineras.
Eso sin contar la obligatoriedad de formación e información de los trabajadores, entre otras cosas, de los aspectos operativos.
Algunos dirán que no es para tanto, que no es muy difícil echar gasolina a un coche. Sin embargo, tampoco parece difícil servir comidas y te exigen un certificado de manipulador de alimentos.
Está claro que la manipulación de combustibles conlleva riesgos asociados para la salud y por tanto existe una asunción, por parte de los usuarios, de una serie de riesgos potenciales que generan los carburantes
001. Suministro de combustibles en gasolineras: exposición a gasolinas y gasóleos de automoción.
